En esta entrada os mostraré la evolución que ha tenido la aplicación de las
TIC dentro de los procesos formativos a lo largo de los años (desde 1980 hasta
2004). Dicha información la hemos representado en grupo, junto a mis compañeras
Beatriu Company y Laura Castaños, mediante el uso de una de las herramientas
aprendidas en la asignatura: la línea del tiempo.
Una línea del tiempo es una herramienta que se utiliza para registrar y ordenar datos cronológicos como fechas y períodos de tiempo de forma clara y sencilla. |
Para realizar
esta investigación nos hemos basado en el artículo de Area: “Veinte años de
políticas institucionales para
incorporar las tecnologías de la información y la comunicación al sistema
escolar” (2006). Tras plasmar nuestra línea temporal se nos planteó una
pregunta en común: ¿Se ha conseguido finalmente crear una inclusión efectiva de
las TIC en los procesos de formación? En principio nuestra respuesta a esta
pregunta es “no”, ya que no consideramos que toda esa aportación teórica se
haya llevado de manera eficaz a la práctica. Pero analicemos un poco más en
profundidad esta respuesta.
Las TIC son una
parte esencial en la vida diaria de la Sociedad de la Información en la que
vivimos. Y no solo en el ámbito profesional si no también en el personal y en
el educativo. Con las TIC nos comunicamos, trabajamos, programamos,
investigamos, nos organizamos y cientos de cosas más. Es por eso que es
necesario que cuando se hable de inserción de las TIC se haga de una manera
común y unánime ya que es algo que concierte a todas y cada una de las
personas, desde jóvenes estudiantes hasta personas mayores. Uno de los grandes
problemas de nuestro país durante estas dos décadas y también en la actualidad
es la incapacidad de los sistemas políticos para ponerse de acuerdo a la hora
de establecer un sistema educativo que perdure y por ende también son efímeros
los programas que se relacionen al ámbito educativo. Es difícil establecer un
sistema educativo cuando cada vez un poder llega al Gobierno este cambia por
completo el sistema.
Este proyecto
común debería garantizar la innovación educativa a través de creación de un
Plan TIC dotando a los centros de los recursos necesarios y formando a los
docentes para que éstos sean capaces de llevarlo a cabo en los centros
educativos. Pero formar a los docentes no significa solo realizar cursos de
reciclaje a los actuales maestros de las aulas, si no también formar a los
futuros docentes que ahora mismo estudian en la Universidad. Será esencial
entonces que existan profesionales con los conocimientos necesarios para
enseñarles y una cantidad de dinero reservado a este propósito.
En lo personal
creo que queda mucho camino por delante. Muchas universidades aún no logran
formar en esta asignatura a los futuros docentes de la manera más adecuada ya
sea por falta de recursos, por falta de personal o por falta de conocimientos. No es suficiente dedicar un curso (4 meses) a
una asignatura que en realidad podría disponer fácilmente de una carrera para
si sola. Nosotros como estudiantes de magisterio de infantil aún nos estamos
formando y concienciando de la importancia de las TIC y creo que pese a que nos
queda un largo camino por recorrer, tenemos la suerte de tener la oportunidad,
las ganas y la motivación para hacerlo.
Referencias:
-
AREA, M. (2006).Veinte años de políticas
institucionales para incorporar las tecnologías de la información y
comunicación al sistema escolar. Tecnologías para transformar la educación.
Madrid. Págs. 199-232
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